La música sonaba lenta y dolorosa.
Erik había estado toda la tarde sentado enfrente del piano , anotando todo lo que le llegaba a la cabeza.Sí,su música era
desgarradoramente romántica , y llegaba hasta lo más profundo de su ser.Con cada acorde , con cada trino , con cada nota que daba,se estremecía algo en el aire.
Llovía.La gente se metía en sus casas, y se reunían todos al calor del hogar.Sin embargo,
Erik no mostró el más mínimo interés en el exterior. Después de todo,nadie lo había comprendido. Su casa era lúgubre , sólo una tenue luz resplandecía junto al piano.En seguida dejó su tarea,pues se dio cuenta de que había un ruido tras la ventana.Pensó que sería un gato,y continuó en su mundo, distraído y solo,como siempre había sido él.
Céline miraba.Todo el mundo a su alrededor se había detenido,un instante mágico , insustituible. Aún
cayéndole la lluvia por el cuerpo , seguía observando , no podría dejarlo aunque hubiese querido.Al otro lado de la ventana,
Erik susurraba lentamente notas cargadas de sentimiento , que transportaban a
Céline a otro mundo.Sabía que era un incomprendido,que muchas adversidades le habían hecho como es,un ser solitario y melancólico. Y,sin embargo,lo quería , a pesar de que ni siquiera sabía el tono de su voz.Habría dado todo por él, incluso ya
había dado bastante...Había abandonado a su prometido ,
Gilles.No lo quería,no iba a pasar así el resto de su vida,con alguien a quien no amaba.Aún así,no estaba segura de haber hecho lo correcto...
Entre las sombras,alguien miraba a
Céline.Era
Gilles, el hombre más admirado del pueblo.Era fuerte y todas las chicas estaban locas por él.Sin embargo,él había tenido siempre los ojos clavados en una sola:
Céline.Y,aunque la hubiera perdido,no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer...
Céline se atrevió a dar el paso,y llamó a la puerta.
Erik se extrañó de ello, por lo que fue corriendo a la puerta.Y descubrió,para su sorpresa,que era una muchacha muy bella.
-¿Esto...me...podrías....?-dijo ella-.
-¿Sí?-respondió él, extrañado.
-¿Me dejas...pasar?-titubeó
Céline,a duras penas-.
-Mmmmmmmmmmmmm...claro.Estás en tu casa.
-Gracias.
Entró en la casa.
Erik y ella estuvieron hablando n buen rato,mientras ella le contaba que lo había escuchado tocar,y que tenía ganas de conocerle.Se iban conociendo.Ella le contó a él cómo había dejado a
Gilles,aunque no le contó por qué.Él tuvo en ella un gran desahogo,contó bastante bien su vida,y se sintió mucho mejor.Más tarde,él le enseñó sus piezas,y
Céline se asombró mucho .
Erik empezó a sentir algo por ella,algo que no hubiese sabido describir con palabras.Cuando acabó,vino un largo silencio,roto por un suspiro de
Céline.Se miraron fijamente,expresándose todo lo que no se podían decir con palabras.Y se besaron.Durante un segundo que pareció eterno,sus dos almas se fundieron en una sola.Pero,de repente,un trueno y un portazo interrumpieron este momento...
Gilles no pudo soportarlo más.Entró en la casa,los vio a los dos juntos,y los separó.Cogió su puñal y , con un grito lleno de un egoísmo y una venganza
aterrantes,lo descargó sobre el pecho de
Erik.
El mundo de
Céline se derrumbaba bajo sus pies.
Gilles agarró a
Céline ,apretándola en el brazo.En un momento de distracción,
Céline le
dio una patada e intentó coger el puñal,pero el brazo de
Gilles se lo impedía.Mientras veía el fino hilo de vida que le quedaba a
Erik,
Céline le agarró la mano,y con lágrimas en los ojos,gritó su nombre a los cuatro vientos.
No quedaba nada que perder.
Gilles se la llevaba,pero
Céline no lo permitió.Lo hizo retroceder con una silla que descargó sobre él,y finalmente pudo coger el
puñal y hacerle una raja en el cuello,con un sufrimiento y un odio hacia él indescriptibles.Mientras
Gilles desangraba,
Céline observó la agonía de
Erik .Lo besó por última vez y,cuando se hubo despedido de él,murió.Sólo la idea de que su último pensamiento
hubiese sido para ella la reconfortaba un poco,pero el pensar que jamás volvería a encontrarse con él , que jamás volvería a escuchar su música,hizo que se viera pequeña en un vacío
inmensamete vasto. Mientras,
Gilles agonizaba,y sólo tuvo tiempo de decirle:"Ojalá vayas al infierno".Al fin,
Gilles expiró.
Céline pensó en
Erik.En todos los días en los que había estado al otro lado de la ventana.En aquel momento en que le abrió la puerta.En todo lo que le había hablado de su difícil vida.En aquel beso...
Definitivamente,no quedaba nada que perder.Sus padres habían muerto hace mucho,y no tenía más familia.Nadie había en este mundo que le hiciera sentir lo que sintió por
Erik.
No se lo pensó.Agarró el puñal y ,con sus manos temblorosas,lo clavó en su corazón.Sintió cómo le dolía,era como un picor y un dolor indescriptibles.Se quedaba sin aire.Por un momento,le pareció ver a
Erik,a
Gilles,a sus padres...Como
sombras confusas en una esquina de la habitación.Una luz cegadora hizo que cerrara los ojos...
...y todo se acabó.
Los encontraron al día siguiente.Les dieron sepultura,y pasaron sin mucha pena ni gloria(a excepción de
Gilles,el cual era muy conocido en el pueblo).Pero ahí no acabó todo.Encontraron una canción escrita junto al piano.Alguien que supo cómo interpretarlas se hizo dueño de ellas,dijo haberlas escrito él,y tuvo mucho éxito.Eso sería lo único que quedó de este amor.De esta muy corta,pero hermosa relación.
ESTE RELATO CORTO VA DEDICADO A MARTA , A ESA CHICA QUE , EN SU MUNDO DE SOLEDAD , IMAGINA LAS MEJORES HISTORIAS QUE JAMÁS HAYA CONTADO NADIE. ¡SIGUE ASÍ!