martes, 29 de noviembre de 2011

Cómo pasa el tiempo...

Misteriosamente, el tiempo pasa. Parecerá una obviedad, pero te das cuenta de ello un día, estando en segundo de bachillerato. Hoy, han llegado mis compañeros de la clase de informática con un trabajo: crear un blog. Enseguida, he vuelto a escuchar cosas del estilo "entradas", "etiquetas" y demás. Me sentí como si al fin alguien comprendiera lo que hacía, y al mismo tiempo incomprendido, porque esa gente que ahora me pide que los visite para que "tengan más nota" nunca me visitó. Curioso. El motivo por el que dejé de escribir me pide ahora que lo motive a escribir.

Y, sin embargo, me ha gustado que me recuerden todo eso. Tras once horas de clase, tanto en un instituto diferente al que relaté aquí como en aquel conservatorio al que entré con tanta ilusión y que, por el propio curso de la vida, dejaré en poco tiempo, he querido volver a recuperar esa pequeña parte de mí que dejé olvidada hace ya... la friolera de cuatro años. Y me he dado cuenta, releyéndome, de lo mucho que he cambiado de ideas, de ambientes, de compañías; o quizá no tanto, porque, después de todo, sigo siendo yo mismo.

Ahora, desde la perspectiva del tiempo, y el recuerdo que me han dado mis compañeros, intentaré volver a escribir. Sin compromisos. Con ilusiones renovadas. Para quien quiera leerme. Mi blog. Mi casa. Tu casa. Nuestra casa.

Un espacio para la imaginación.